Transcurridos diez años desde la promulgación de la Ley de Integración Social de los minusválidos se hacía necesaria una reflexión sobre el grado de cumplimiento de la misma, por las diferentes Administraciones Públicas que quedaban comprometidas a actuaciones concretas por la propia ley. Dicha reflexión pone de manifiesto la situación de los minusválidos en aspectos tan decisivos como la formación y la inserción laboral, y tantos otros temas parciales de la integración.