Las Notarías tienen la doble condición de centros de trabajo y centros de prestación-recepción de distintos servicios. Por ello, es necesario no solo que permitan el libre y adecuado ejercicio de la labor profesional de quienes trabajan en las mismas, sino también el libre y pleno acceso y uso de sus instalaciones y servicios a todos los ciudadanos, particulares o profesionales, que acudan solicitando los servicios del Notario o de su persona.