La asistencia sanitaria ha evolucionado en los últimos años desde un enfoque centrado en las enfermedades hacia otro cuyo eje son las personas que sufren una enfermedad. Este es un salto cualitativo muy importante que tiene un claro sustrato bioético. La bioética es una disciplina que puede ayudar, en gran medida, a asentar bases sólidas para que los nuevos avances científicos no nazcan deshumanizados. Algunos problemas éticos que se plantean en salud mental son comunes a los de otras especialidades médicas como por ejemplo la confidencialidad, la intimidad o el consentimiento informado.