Descripción:
Los trastornos de salud físicos y mentales suelen ir de la mano. Se ha demostrado que las personas con enfermedades físicas graves o crónicas suelen tener un problema de salud mental coexistente. Asimismo, las personas con
enfermedades mentales graves o trastornos de abuso de sustancias tienen problemas de salud física que quedan sin detectar o tratar. Esta situación, combinada con la realidad de que todavía existe una estigmatización asociada a las enfermedades mentales y que la mayoría de las personas recurren primero a su médico de cabecera, ha llevado a destacar la necesidad de una mayor integración entre la salud mental y la atención física, especialmente para mejorar el reconocimiento y tratamiento de la salud mental y del abuso de sustancias en un entorno de atención primaria.