La presente novela gráfica, Occi siempre pospone su salud mental. No se deja ayudar y cree que absolutamente todo depende de él. Intentará camuflar todo su malestar y buscará miles de fórmulas para quitárselo. Para ello, se dirá cosas bonitas delante del espejo cada mañana, leerá numerosos libros que le dirán cómo debe vivir su vida para ser feliz, hará maratones de vídeos motivacionales que le repetirán una y otra vez que él es el único culpable de su sufrimiento y, por supuesto, pensará mucho en positivo.