Aseguraba el filósofo griego Platón que “los sentidos nos engañan”, que lo que vemos no es más que la sombra del mundo de la ideas. El magnífico trabajo de Belén Serrano es una prueba empírica de esta teoría filosófica. Puede resultar una paradoja porque el trabajo de una fotógrafa como ella entra, precisamente, por los ojos pero es ahí donde enlazamos con la segunda parte de la teoría platónica en la que, aseveraba, que la emoción, la sensibilidad, la poesía, puede ayudarnos a discernir lo que vemos, las sombras, de lo real.