Descripción:
El autor es uno de los escritores más singulares de la Europa de fines del siglo XIX y principios del XX. Para él, la ceguera es la más exacta metáfora del mundo. Las tinieblas exteriores son la contrapartida de la ceguera congénita, la universal ceguera que aflige a los hombres. El ciego, en su interpretación, se erige en símbolo del linaje humano, que, en su máxima expresión, el ciego de nacimiento del Evangelio, es la imagen invertida de Jesucristo vista en el espejo enigmático de San Pablo.