Numerosos estudios han demostrado la efectividad de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para ayudar a las personas con TEA a superar las barreras que encuentran en la comunicación e interacción social. Además, ofrecen una serie de apoyos que favorecen la adquisición de competencias y habilidades para la autonomía, la comunicación y la vida diaria. Es fundamental, por tanto, que las personas con TEA cuenten con la formación específica sobre el uso seguro de estos recursos, previendo con ello los posibles efectos negativos que un uso inadecuado puede conllevar.