Los conflictos bélicos generan un impacto inmediato, drástico y fatal en la vida de las personas que se ven involucradas directamente, pero también en las sociedades a las que pertenecen, en su conjunto. Las guerras producen un daño psicológico de enorme sufrimiento en la población civil. La OMS calcula que el 10 % de las personas que viven experiencias traumáticas (secuelas psicológicas, estrés postraumático, etc.) suelen sufrir graves problemas de salud mental, otro 10 % pueden sufrir una alteración del comportamiento que dificultará su capacidad para vivir de manera saludable.