Este texto pretende tan sólo acercarnos a la Educación sexual de las personas con discapacidad con todo mimo y con todo cariño, pues saben que la sexualidad de las personas con discapacidad, con demasiada frecuencia se ha asociado a los problemas y que, precisamente por ello, es algo de lo que todavía se habla poco. Una suerte de superstición que invita a pensar en que si no se habla, no existe, y si no existe, no hay problema. La sexualidad forma parte de todas las personas y, por supuesto, también de las personas con discapacidad. Y como todas las sexualidades, ésta también se educa.