Guía informativa (2017), publicada por el CERMI, que muestrta la inexistencia de accesibilidad universal, en los edificios de viviendas sujetos a la Ley de Propiedad Horizontal, es una de las discriminaciones más frecuentes hacia las personas con discapacidad y personas mayores en sus entornos vitales más cercanos. La normativa ha ido recogiendo tímidamente avances en el objetivo de tratar de lograr el disfrute de los derechos de las personas con discapacidad, en el lugar en el que habitan, pero la realidad muestra que son, por el momento, claramente insuficientes.