El rey se divierte, de Victor Hugo, es una pieza dramática de primer orden, y no solo por el escándalo del que se vio rodeada en su estreno, en 1833, sino por la ajustada descripción de su principal protagonista, el bufón Triboulet, y la manera magistral en que su tortuosa personalidad va tejiendo la trampa en la que él mismo caerá. Ese retorcimiento se refleja en la etimología de su nombre, triboler, que en francés antiguo significa atormentar, atribular, cosa que no deja de hacer nuestro bufón.